jueves, julio 27, 2006

Por voluntad de la mayoría

Mientras todos estamos atentos al desarrollo del proceso, atentos a lo que pase en el Tribunal, en las calles, en el ambiente... las dos estrellas de esta pésima puesta en escena, cada quien a su modo, se encuentran haciendo vulgares despliegues de insensatez, de imprudencia.

La última ocurrencia de AMLO ha sido declarar ante Univisión, cadena estadounidense de altísima audiencia hispana dentro y fuera de ese país, un escueto "Sí, yo soy el Presidente de México; yo soy el Presidente de México por voluntad de la mayoría"... en la misma entrevista, a pregunta de la televisora, AMLO no descartó movilizaciones que bloqueen aeropuertos y carreteras, aunque dijo que el suyo era un "movimiento pacífico".

Una vez más la soberbia, o la locura, o el delirio. Estamos perdiendo al tabasqueño o, más bien, él está por perderse a sí mismo, por perder la silla en la que se veía sentado, en la que se soñó despierto una y otra vez, dirigiendo los destinos de este país. Ahora resulta que fue "la mayoría" la que votó por él, cuando según la información que se conoce, y mientras no se compruebe lo contrario, votó por él uno de cada cuatro mexicanos registrados en el padrón, ¿Cuándo entenderán estos dos que no fue la mayoría quien los votó?

Si fuera por voluntad de la mayoría, ellos no estarían donde están, los ricos de este país no serían tan cínicamente ricos y los pobres no serían tan estridentemente pobres. Aquí hace mucho que no hay una "voluntad de la mayoría".

Ahora los panistas, en voz del vocero del CEN César Nava, dicen que AMLO es como Antonio López de Santa Anna, que se autoproclama al estilo de aquél. Habrían de recordarle a Calderón la importancia de que se dirija también con cautela y con respeto, que tampoco se autoproclame, recordarle que aún no es presidente electo, que falta el fallo del Tribunal, que la limpieza empieza por la casa. No se en que equipo haya más soberbia. La esquizofrenia, esa sí anda rondando.

Lo que comenzó como un reclamo ciudadano de legalidad y certidumbre -el recuento voto por voto- hoy tiene otras caras y otras aristas. Hay que esperar la nueva ocurrencia, la declaración y el periodicazo de mañana, ya que el fallo del Tribunal se ve tan lejos.

martes, julio 25, 2006

Diálogo de sordos

Ahora viene el show en formato de cartas, más de caballeros, más romántico, ahora si, a la antigüita. Una de golpes no bajos, bien directos, no por eso elocuente, más bien redundante, vaya, al estilo de quien firma. La otra francamente dominguera y timorata.

En la de AMLO se lee:


"Si usted (Felipe Calderón) se pronuncia a favor del recuento de los votos y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordena esta diligencia, yo ofrezco el compromiso de aceptar los resultados, si a usted le favorecen, y no convocar a más movilizaciones..."


Según AMLO, en caso de que Calderón no se "pronuncie a favor del recuento de los votos":

"...De ser así, para millones de mexicanos usted será un Presidente espurio y nuestro País no merece ser gobernado por alguien que no tenga autoridad moral ni política"


...y sella:


"En suma: si usted sostiene que ganó, si usted está convencido de que obtuvo la mayoría de los votos, no tiene por qué negarse a despejar dudas y transparentar la elección. El que nada debe nada teme. Usted tiene la palabra, espero su respuesta".


En la de FeCal:


"La decisión de recontar votos no corresponde a los candidatos ni a los partidos sino al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que, en ejercicio de sus atribuciones aplicará la ley. Al final del proceso dictará sentencia definitiva a la que todos debemos someternos. La petición que usted ha formulado no depende de lo que los candidatos opinemos sino de lo que la ley dispone. En mi caso respetaré escrupulosamente la resolución que el Tribunal determine respecto a su petición y, desde luego, acataré lo que resuelva respecto de las impugnaciones presentadas..."


"Los mexicanos ya votamos. La verdadera defensa de la democracia consiste en el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas y a las instituciones responsables de organizar y calificar el proceso electoral. Respetar el voto es respetar a México."
y concluye:


..."Este es el momento de la unidad nacional, de la concordia y de la paz. Este es el mandato de los mexicanos."


Es un diálogo de sordos


Uno necio con que el otro acepte que la elección que le favorece no fue del todo "limpia" y afirmando, amenazando con que, ante los millones de mexicanos amlovers será un Presidente espurio, bla, bla, bla..., el otro dándole la vuelta, como si le dijera: "Sí Andrés Manuel, lo que diga el Tribunal...¿tu carta? ¿cuál?, nunca me la pasaron." Ambas misivas, haciendo de los que votamos, los rehenes. AMLO reclama se respete la voluntad de los que sufragaron por él, utiliza a esos miles, a ese millón y más que sigue marchando, algunos no por el, por la legalidad. Ellos son su escudo, la carne de cañón. Calderón, pide "el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas y a las instituciones responsables de organizar y calificar el proceso electoral", ha declarado su amor eterno al IFE y a Luis Carlos. Para él, la armadura es esa institución que en esta elección pecó de frágil y los millones de mexicanos que votamos el 2 de julio, que a mí no me cuente.


En esta mesa de té, negro como el clima, se sentaron de espaldas a decirse en el fondo lo mismo. Que se dejen de estrategias mediáticas y que ambos acaten lo que decida el Tribunal. En los 7 Magistrados descansa el futuro político del país. ¿No será demasiada responsabilidad para ellos?, ya veremos. En todo caso, la moneda está en el aire y el proceso en marcha. Que nadie se sorprenda porque uno ejerza sus derechos y movilice y reclame y movilice, hasta el hartazgo... y el otro exlpote su indiscreta, irrespetuosa e ilegal envergadura de virtual presidente electo y se reúna con tales y negocie con cuales e imagine su gabinete perfecto. Aquí no hay pacíficos ni rijosos, hay animales, de los salvajes, políticos.


Mientras tanto, los ciudadanos deberíamos prepararnos para lo que viene, el final nebuloso que se asoma, seguro dejará inconforme a uno de los dos. Es el andamiaje institucional y nuestras leyes lo que deja lugar a la suspicacia y a estos tangos electorales. Quizá tenga la próxima administración y la próxima legislatura, la vergüenza exacta como para modificar nuestro sistema y adecuarlo a las tormentas de competencia política que nos tocan navegar.


*las cartas se pueden leer íntegras en www.eluniversal.com.mx